Quienes impulsaron la Ley de Alcohol Cero enfrentan ahora el desafío de que las provincias que aún no tienen normas similares, avancen por ese mismo camino.
El gobierno de Alberto Fernández promulgó este miércoles la Ley de Alcohol Cero al volante en todas las rutas nacionales que establece que ningún conductor podrá estar al volante de un vehículo, comercial o particular, con una alcoholemia superior a cero miligramos por litro en sangre
El Senado había aprobado, y convertido en ley el 13 de abril pasado, un proyecto venido en revisión desde la Cámara de Diputados que modifica la Ley de Tránsito y ordena la llamada «tolerancia cero» para el consumo de alcohol de los conductores de vehículos de motor de cualquier tamaño y peso.
Ley de Alcohol Cero.
La iniciativa que prohíbe conducir cualquier tipo de vehículos con una alcoholemia superior a cero miligramos por litro de sangre, obtuvo 48 votos a favor y nueve en contra, entre los que se contaron a los oficialistas sanjuaninos María del Carmen López Valverde y Rubén Uñac; y los opositores Alfredo Cornejo y Mariana Juri, de Mendoza; Roberto Basualdo, de San Juan; Julio Martínez, de La Rioja; Alfredo De Angeli, de Entre Ríos; Dionisio Scarpin, de Santa Fe; y Juan Carlos Romero, de Salta.
La iniciativa, conocida como Alcohol Cero, fue sancionada por la Cámara de Diputados el 24 de noviembre por una mayoría de 195 votos, por lo que se descontaba un amplio apoyo también de senadores de todo el arco político.
La actual Ley de Tránsito 24.449 establecía, para cualquier tipo de vehículos, una tolerancia de hasta 500 miligramos (0,5 gramos) de alcohol por litro de sangre; para motocicletas o ciclomotores hasta 200 miligramos (0,2 gramos); y para transporte de pasajeros de menores de edad y de carga, alcohol cero.
La «tolerancia cero» con el alcohol ya se implementa en siete provincias y 13 localidades del país, donde se obtuvieron mejores resultados en términos de siniestros viales que con la normativa actual.
Ahora el nuevo desafío para quienes impulsaron esta normativa está en que se plieguen las provincias que no tienen una normativa en el mismo sentido. En estos casos, a partir de hoy, puede darse que dentro un mismo territorio provincial haya rutas en las que rige la ley de alcohol cero (las rutas nacionales que la atraviesen) y rutas, caminos, calles y avenidas en que no.
Un ejemplo de esta situación es, por ejemplo, Mendoza donde la Ley de Alcohol Cero se aplicaría en las rutas nacionales 7, 40, 142, 143, 144, 145, 146 y 149 pero no en el resto de los caminos, calles y rutas donde se seguirá aplicando la legislación local ya que vialidad depende de cada una de las provincias.
La presidenta de la Comisión de Transporte, la oficialista formoseña María Teresa González, describió al proyecto como «un paso importante y el inicio de un gran cambio cultural que nuestra sociedad necesita y demanda».
«Todas las familias que batallaron esta lucha hoy espero que se lleven de este recinto un consuelo», sentenció González.
El jujeño Mario Fiad, coincidió en que este proyecto «constituye un cambio cultural», aunque remarcó que es necesario «ese cambio para que el ciudadano respete la ley y dejemos de correr tras los hechos tan lamentables».
«La ley, para que sea efectiva necesita del rechazo social a las conductas infractoras. Necesitamos un cambio en la figura del delito vial», afirmó Fiad.